La Columna del Recuerdo, por Rene Salinas Diaz, Locutor-Docente
En tiempos del jugar en la calle.
Desde pequeño me llamó la atención escuchar a los mayores, a los ancianos, a los experimentados. En mi mente, aún verde, no me podía convencer de las vivencias que ellos relataban. Muchas veces hasta llegué a pensar que eran “carriles”. Pero la vida me fue enseñando que lo que los mayores han vivido, les hace merecedores de nuestro agradecimiento y de nuestra admiración. Lo que hoy tenemos, de lo que hoy disfrutamos es porque ellos nos lo dejaron o porque ellos lo crearon y lo fueron mejorando, perfeccionando.
En aquella época, años de la década de 1960, no estaba ni siquiera en la mente de los innovadores el avance tecnológico del que disponemos hoy. Este texto que usted está leyendo, está escrito en un computador o en una computadora (no sé si es femenino o masculino), con la facilidad de borrar haciendo uso de una flecha de retroceso en caso de equivocación. En esos tiempos, no había sino unas pocas máquinas de escribir y para borrar existían unos papelitos que se ponían sobre la letra y se volvía a marcar la misma para que se cubriera con un polvito que nos resultaba mágico. Luego vino el “liquid paper”, una mezcla blanca que dejaba siempre una huella y la evidencia del error.
Cambia, todo cambia como dice la canción de Mercedes Sosa. Todo es más fácil, pero para llegar a esto, ha pasado mucha agua bajo los puentes.
Cuando llovía, mi mamá ponía a coser zapallo y eso era signo inequívoco de que tendríamos sopaipillas a la once. Hoy, usted va a un negocio y compra la masa lista para freír…se perdió la confección de esa rica masa hecha en casa, la que tenía un ingrediente que las de hoy no tienen: un poquito de cariño.
Hoy, los niños juegan PLAY…o juegos de PC…o se conectan a la mensajería. Atrás quedó jugar en la calle, a la pelota, al tombo, a la pinta, al alto, al caballito de bronce, al paco-ladrón ,al run run, a la rayuela, a las bolitas, a la payaya, al luche, a la escondida, al trompo y otros que me olvido.
Hoy, yo formó parte de aquellos que conversamos de cosas vividas a los más pequeños, a las nuevas generaciones…¿Cómo me verán ellos? Latoso? Aburrido? Carrilero? Como sea, me quedo con la época del jugar en la calle…
