la Columna de Rene Salinas Diaz, Locutor docente.-
La esperanza es lo último que se pierde
Hace dos años que comenzó a circular por el mundo el virus que ha transformado la vida “normal” que teníamos hasta ese momento. Se le conoce como “corona virus” por su conformación. Covid 19 es otra denominación que se usa para identificarlo. La vida, nuestra vida, ha sufrido cambios de hábitos, Han asomado nuevas formas de trabajo (algunas para quedarse), nuevas formas de pago, nuevas formas de comprar, nuevas formas de relacionarnos, nuevas formas de “reunirnos”.
Los laboratorios líderes en el mundo, trabajaron arduamente para conseguir una vacuna que paleara la catástrofe que se estaba produciendo. En alguna medida lo han logrado, aunque hay casos que a pesar de todos los cuidados, terminan en un contagio.
Las medidas que se debieran mantener y que en gran medida se mantienen , a saber distancia social, uso de mascarillas, uso de alcohol gel, han colaborado en el control de los casos de contagio. Pero no ha sido suficiente.
La esperanza es que, motivados por un afán filantrópico o por intereses económicos, los laboratorios trabajen, investiguen, aceleren, ensayen con una vacuna que evite el contagio. Tal como sucede con la vacuna contra la influenza. Esto contribuiría a tener una vida un tanto más parecida a lo que llamamos normalidad. Pero si la esperanza está centrada allí, también está centrada en que esta pandemia ( que se pudo haber controlado) pueda provocar cambios en el comportamiento del ser humano para que realmente seamos más HUMANOS…